Hay varios aspectos a tener en cuenta a la hora de elegirlas, especialmente vinculadas a embellecer el entorno y no a ensuciarlo. En ese sentido una “ley” primera, es elegir plantas perennes, pues la caída de hojas típica es inadmisible en las cercanías de una piscina.
Por otra parte es importante que no sean especies con demasiado crecimiento radicular. Además, si bien las flores son hermosas, éstas pueden atraer demasiados insectos en determinadas épocas del año, lo cual también constituye un verdadero problema.
Hablemos de especies y variedades recomendadas: primero que nada recomiendo arbustos perennes como el pitosporum o el durillo. Plantar helechos es una muy buena idea si tenemos zonas de sol y sombra en las cercanías; por último, si hablamos de árboles, en mi opinión, cualquier palmera mediana o pequeña es excelente.
Fuente: jardineria.pro
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